¿Estás listo para conocer Portland?

Quizás Washington sea la capital de los Estados Unidos, pero en un país conformado por 51 Estados, podríamos decir que tenemos 51 capitales diferentes, cada una de ellas con su propio encanto y sus lugares emblemáticos. Así que si estás de paso por Oregón, quizás te interese saber mucho más sobre Portland, una de las ciudades más emocionantes del Pacífico norteamericano.
Te aseguro que aunque no tiene más de 700.000 habitantes, Portland tiene muchísimo que ofrecerte, bien sean sus atractivos naturales como el río Columbia y el río Willamette, o sus muy reputados restaurantes; esta urbe emplazada en el noreste de los Estados Unidos tiene muchísimo que ofrecerle a sus visitantes.
Lo mejor es que si tienes tiempo suficiente, podrás incluso pegarte una pequeña escapada al estado de Washington, literalmente bastarán algunos minutos en automóvil para que llegues a Vancouver (WA), donde podrás disfrutar de los atractivos propios del estado que alberga a la capital del país.
Atención con los documentos
Si ya estás preparado para visitar una ciudad abrazada por dos de los ríos más imponentes de los Estados Unidos, es importante que te tomes un momento para pensar en la cuestión migratoria. En el caso de que hayas nacido en uno de los 37 países que conforman el ‘Visa Waiver program’, bastará con que llenes el formulario ESTA, tras lo cual, una aplicación desarrollada por el Departamento de Estado analizará tu aplicación y decidirá si te otorga tu Visa ESTA, o te deriva a una segunda instancia.
Tienes que saber que la Visa ESTA, no es estrictamente una visa, razón por la cual, el ingreso puede serte negado a voluntad por el funcionario de migraciones en el aeropuerto. No hace falta que te preocupes, pues de acuerdo con las cifras del gobierno de los Estados Unidos, cerca del 99% de los viajeros que porta este documento ingresa sin inconvenientes en su territorio.
¿Estás listo ya?
Si ya recibiste tu ESTA visa en el correo electrónico y esta no tiene una antigüedad mayor a dos años, sólo debes buscar tu pasaporte y prepararte para incursionar en una de las ciudades más interesantes de los Estados Unidos, te aseguro que tu visita a Portland puede cambiar absolutamente la visión que tenías del país.
Cinco planes imperdibles en Portland Oregon
1) Navega sus ríos: La mayoría de sus visitantes sugiere que una de las experiencias más sobrecogedoras de la ciudad es navegar sus ríos durante el atardecer, existen pequeñas excursiones guiadas que pueden contratarse desde 40 dólares por viajero y que te darán una vista privilegiada de la ciudad.
2) Comer bien es religión en Portland: La cocina del noreste de los Estados Unidos se distingue por la calidad y la variedad de sus ingredientes, aunque podrás encontrar incluso restaurantes con estrellas Michelin, la mayoría de sus visitantes sugiere que vayas a los mercados de pescadores y comas directamente allí.
3) Si tienes tiempo visita el Willamette Valley: Se trata de una de las regiones vitivinícolas más importantes del Estado y se encuentra a menos de una hora de la capital del Estado, si eres amante de los vinos y la comida de calidad, una escapada romántica es una idea que definitivamente cambiará tu percepción de los Estados Unidos.
4) Visita el Jardín Japonés: Esta visita es sobretodo recomendable durante la época de floración del cerezo o otoño, en ambos casos el color de la vegetación logrará conmoverte hasta los huesos, es el lugar perfecto para olvidarse del espacio y del tiempo en compañía de una persona significativa.
5) El OMSI tiene de todo para tu nerd interior: El Oregon Museum of Science and Industry es una de las instituciones culturales emblemáticas de la ciudad, los visitantes reseñan con entusiasmo sus exposiciones permanentes y su tienda de recuerdos, sin lugar a dudas es un lugar que deberías visitar si dispones de tiempo y apetito por la cultura.
Si ya tienes la visa ESTA en tu haber, lo único que necesitas es prepararte para conocer una de las ciudades más emocionantes de los Estados Unidos, te garantizo que vas a cambiar radicalmente la idea que tenías del país una vez hayas navegado el río Columbia durante uno de sus atardeceres.